Me
gustan las historias ambiciosas construidas por mujeres sin miedo. Ana Belén
Ramos ha conquistado el mundo y nos lo ha traído como una manzana lindamente
natural para que lo degustemos.
Koko
es una novela infantil para todos los lectores, yo desde aquí quiero regalarle
una rosa roja y decir que es un libro buenísimo porque ella habla del País de
los Grandes Sueños, sueños que no son para una sola, sueños que llegan mucho más
lejos que las pesadillas; todos sabemos que las pesadillas tienen las patas muy
cortas y que con la amistad podemos vencerlas.
Hoy en día "nadie tiene ya grandes sueños, sólo pequeñas aspiraciones, deseos triviales." Hoy más que nunca hay que ser tiernamente utópicos.
No
quiero comparar a Ana Belén Ramos con nadie, porque es incomparable su bella
novela con cualquier otra aunque hay ejes conocidos, y relecturas y eso que se
llama intertextualidad, que aquí son guiños referenciales para que no perdamos el
norte. Pero aún así todo es nuevo en su escritura, como una fresca granizada.
Así
que esta historia de una niña rara, que pierde su colita y sale en su búsqueda,
es un viaje hermoso por el mal y el bien.
Porque
el mal existe y hay a quienes les gusta dar lecciones morales haciendo sufrir.
Eso es un gran error, y los niños y las niñas deben saber defenderse frente a
los malacaras que provocan el pavor, la contaminación y las ciudades sin ventanas,
ciudades donde se pasan por el forro la idea de ciudadanía, con lo importante
que es ese concepto para respirar como humanos.
Esta
mañana de resaca después de tanto Cervantes me voy a ir a plantar una semilla para que la
realidad crezca bella alejada de aditivos, colorantes y otras basuras. Esta
mañana les sugiero que pasen por la Feria del Libro de Córdoba y compren KOKO porque el Quijote ya lo tenemos casi todos en nuestras casas. Esta mañana es
la hora de que la gran fantasía ecológica de la inteligente Ana Belén Ramos
anide en nuestro acervo cultural y salgamos de la desidia de la Gran-Gran
Crisis.
¡Ah!
Y una cosa que no quiero olvidar: tengo el honor de que Ana Belén Ramos sea mi
amiga y no es por eso por lo que hago una buena crítica sino porque su libro es
cautivador y amarillo chillón. Felicito de paso a la ilustradora María González.
¡A
leer y a salir del letargo de los deseos minúsculos! Algo maravilloso está a
punto de ocurrir
Koko se puede encontrar en cualquier librería. |