sábado, 1 de diciembre de 2018

Las buenas maneras




El 25 de Noviembre fue el día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres; en esta fecha, en 1960, fueron asesinadas, por los hombres del dictador Trujillo, las hermanas Mirabal en la República Dominicana.

         Lo malo de las dictaduras, sean del signo que sean, es que además de muertos y torturados dejan un reguero ponzoñoso en el lenguaje donde van a abrevar narcisistas y esnobs, nostálgicos del absolutismo y la miseria que quieren seguir, añorantes, cumpliendo sus escarmientos aunque solo sea de palabra.

         Así, los machistas actúan como seres bestializados que aman los tiempos de la esclavitud, por eso todas las mujeres debemos salir a la calle, para que se vea nuestra presencia en la modernidad de 2018, para que el presente y el lenguaje limpio gobierne nuestro vivir.

         Aquí, en Córdoba, el pasado 25N llovió a cántaros, pero esa no fue razón para que nos quedáramos en casa. Un mar de paraguas de colores chispeantes y de cánticos violetas llenaron los jardines y el asfalto: Estábamos reclamando el derecho a ser respetadas.

         Decíamos: “Vaya lo que está cayendo”, pero seguíamos adelante. Me encontré en el inicio de la manifestación a Paco Gea y Josefina Vida, pertenecientes a la Asociación Vecinal de Valdeolleros. Me alegra ver a los hombres que nos acompañan, los hombres que emprenden sin tapujo el camino del feminismo. Después saludé a Antonia Valenzuela, de Atalanta, asociación de Posadas, y a otras amigas que iba encontrando por el camino, amigas de la Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres. Dulcenombre Rodríguez iba de arriba abajo, atareada, como siempre. Y llovía, y llovía si tenía que llover.

         Hice un buen trayecto con Jessica Lara que es periodista y así, por andar las dos con las letras empezamos a hablar de la inspiración. Yo le dije que ya no la buscaba, que lo que me costaba era ponerme, pero que  una vez que estaba frente al cuaderno escribía fácilmente y, mientras le hablaba pensaba en la hermosa novela Las razones de Jo de Isabel Franc, y pensaba en la juventud de Jessica y en el disfrute que es hablar con una compañera.

         Le di un abrazo a Ana Granados y a Carmen García Palomo, a Nati Mañas y Carmen Flores, las chicas del Fórum de Política Feminista.  Y otro abrazo a Isabel Calvo, siempre me alegra verla, ella es la madrina de Jessica y una de las destinatarias de mis postales viajeras, siempre me dejo aconsejar por su criterio literario y por su cálido tono de voz.

         Y me encontré a Isabel María Gómez Amate, le pregunté por nuestra amiga Justa Roa que tanto queremos todas. Y por último me encontré con Antonia Ramos Gálvez, Antonella, con su vitalidad contagiosa. Se me olvidó decirle que tengo guardado en un estuche el poema de Rosario Castellanos: “Se habla de Gabriel”, que lo leeremos en una tarde sabrosa de anís donde compartiremos nombres de escritoras.

         Y digo esto para que conste, y quede registrada nuestra pequeña historia de activistas. Y digo todo lo que mi memoria alcanza porque se nos olvidó hacernos una foto dedicada a las buenas maneras, una foto de luchadoras que ningún esnob podrá romper.