De
la Plaza de las Tendillas, el lugar donde las campanadas suenan a guitarra y,
en primavera, estalla el azahar, sale la calle Jesús y María, seguida de la
calle Ángel de Saavedra, en esa zona se encuentra la librería Luque, el teatro Góngora,
el Conservatorio y su chiquillería, la iglesia de Santa Ana y la Casa Carbonell,
donde nació el Duque de Rivas, aquel del Don Álvaro y la fuerza del sino. Es
una ruta que desemboca en la Mezquita-Catedral, una ruta cómoda pues el
enlosado es igualitario y fácil de transitar, sólo hay que dejarse llevar por
el placer de caminar cómodamente.
Allí en la Casa Carbonell, casa
palaciega y elegante, se encuentra la sede de Vimcorsa (Viviendas municipales
de Córdoba) que contiene una sala de exposiciones coqueta y acogedora. Del 24
de marzo al 29 de mayo podemos ver Dibujantas. Pioneras de la ilustración.
Ya en 1931, en el Lyceum Club Femenino hubo una muestra de trabajos firmados
por mujeres, esta cita de hoy bebe del espíritu del ayer. Para quienes quieran
saber sobre ese grupo de artistas, que conformaron un club tan rico
intelectualmente allá por 1926, les recomiendo que lean el libro La
conspiración de las lectoras escrito por José Antonio Marina y María Teresa
Rodríguez de Castro, también pueden ver el documental de las Sin
sombrero.
Y para quienes quieran informarse
sobre la hermosura de los dibujos y sus autoras sólo tienen que ver el catálogo
que se puede obtener gratuitamente gracias a un código QR. Los textos son claros y amenos, me encantó el
escrito por Ángeles Caso. En realidad se trata de un trabajo delicado, de una
exposición, comisariada por Josefina Alix y Marta González Orbegozo, que bebe
de los fondos del Museo ABC.
Esta cita en el centro de la ciudad
pienso frecuentarla tanto como pueda pues siempre descubres detalles nuevos. Me
gustaron las obras de Delhy Tejero: El Clima y La nube nubilla. Pues se
trata de la concreción de lo inmaterial, como si fuera un poema de Cavalcanti,
el autor que pone Ítalo Calvino como ejemplo de la levedad. Es interesante
bucear en la biografía de las autoras y quitarle peso a estos tiempos que se
muestran tan tajantes acudiendo a los cauces de la belleza que estas pintoras
procuran. Estoy deseando que vengan mis amigas a visitarme y guiarlas por ese
mundo hasta ahora oculto de la historia de las mujeres ilustradoras. Después podríamos
tomarnos un pastel de limón y echar la tarde entre risas porque hemos
encontrado un espejo en que mirarnos.