sábado, 6 de junio de 2020

La pausa

Ya va llegando el verano con sus costumbres y sus cantos, con sus sueños de descanso y porvenir, con los baños en el aljibe y los reencuentros familiares. Llega el tiempo de las frutas suculentas, del mar y sus pescas, de los paseos vespertinos y las piraguas, de la hora de las meriendas suculentas. Y yo he decidido lanzarme a sus tareas íntegramente, así que les dejo un pequeño poema como despedida hasta la próxima temporada en que volveré con nuevas palabras y reflexiones. Hasta entonces les deseo buenas caminatas y buenos libros.


Las luciérnagas nos enseñan la vereda,
El frescor de la noche tiñe nuestras manos.
La luna nos da su reflejo.


Feliz verano