sábado, 31 de agosto de 2019

El Relato




En los últimos tiempos se habla mucho del relato, es una de esas palabras que se ha puesto de moda y que resulta imprescindible, necesaria, como gustan decir los gurús de internet a sus humildes seguidores. Es así que han surgido las guerras narratológicas, y se alimenta al monstruo de las versiones para defender de mala manera una pretendida objetividad que se impone como verdad destellante. Porque el relato al que nos quieren acostumbrar ama la completitud y las raíces extremadamente verticales, sin comunicación posible entre habladores y con la puerta entreabierta ya al insulto o si no al levantamiento de la voz total.

         España no es como Francia,  que inventó la filosofía deconstructiva y Derrida se convirtió en el intérprete de los viejos textos, y empezó a dialogar con Platón como si estuviera vivo. Aquí se lleva el trazo grueso, la locuacidad aplastante, el bautizo de las calles con ignominiosos nombres y las conversaciones abruptas. No hemos aprendido todavía a hablar despacio y ya nos la vamos dando de relatores, cuando lo que se hace, sobre todo desde los medios de comunicación, es forzar las historias con repeticiones sobreactuadas.

         Así que, reflexionando sobre esto, no veo la necesidad del dinero por ninguna parte, y es que las monedas las inventaron para quitarle lustre a la poesía y jerarquizar los trabajos, quitándole importancia al andar pausado y a la contemplación de las flores del Pacífico.

         Para comenzar a relatar hay que estar educado en la honestidad, porque se sabe que el periodismo se basa en esta certidumbre lo mismo que el trueque ejercita el dialogo y el acuerdo. La horizontalidad en suma.

         Así que no vengan ustedes con relatos aplastantes que no buscan la musicalidad de la diferencia. Y dejen de quejarse, por favor, que gastan muy buen aire acondicionado para sus conversaciones que no nos llevan a ningún puerto.

         Me vuelvo pues a las flores del Pacífico que tanto alivian mi alma de desasosiegos inútiles.